Sector del metal en Cantabria

El sector metalúrgico se posiciona como una de las mayores industrias productivas en España. Analizando los datos de evolución del Índice de Precios Industriales (IPRI) de los últimos años, se confirma que vuelve a registrar tasas positivas. Representa un volumen de 383.107 empresas a nivel mundial y de 18.235 a nivel nacional.

La industria siderometalúrgica cántabra ha sido históricamente uno de los sectores más fuertes y con un mayor peso en la economía regional. Tras vivir unos años duros debido a la recesión económica, que obligó a muchas empresas del sector a cerrar y otras a reinventarse, los indicadores muestran que las que consiguieron sobrevivir han recuperado la fortaleza anterior o están en trance de conseguirlo. Actualmente el sector da empleo en Cantabria a más de 20.000 trabajadores y las empresas han apostado por la especialización y la internacionalización de sus productos para sobrevivir, primero, y ahora para crecer.

Además de las grandes compañías del metal, que dan empleo a cientos de trabajadores, el sector está cuajado de talleres de pequeño y mediano tamaño para los que no resulta tan fácil acceder al mercado exterior.

La respuesta a estas dificultades es agruparse para potenciar la especialización y mejorar la competitividad. Cada vez son más las empresas que aceptan agruparse en consorcios o clusters y dejan atrás el individualismo que ha caracterizado el tejido empresarial cántabro.

La industria tradicional frente a la industria 4.0

El concepto de industria 4.0 se ve reflejado en la introducción de las tecnologías digitales en las fábricas. Es la forma de llamar al fenómeno de transformación digital aplicado a industria de producción, que cambiará muchos métodos de trabajo que han permanecido inalterables durante décadas en las empresas.

Son varias las compañías metalúrgicas de la región que han venido apostando por la implantación de las nuevas tecnologías 4.0 durante los últimos años, con la incorporación de nuevos softwares basados en el concepto de industria inteligente y en la robótica, con gran penetración. Esto les permite alcanzar un mayor grado de calidad y productividad, lo cual es clave a la hora de entrar a competir en mercados altamente cualificados.

Sin embargo, hay una gran cantidad de empresas del metal que tardarán más en subirse al carro de la digitalización.

Demanda de trabajadores del metal

La buena evolución del sector se refleja en las contrataciones a los nuevos titulados de FP. Los datos de la Consejería de Educación indican que en estos momentos la inserción laboral de quienes finalizan estudios en la familia profesional de Fabricación Mecánica es de aproximadamente un 70%. Un porcentaje bastante superior al que se registra en la mayoría de las ramas restantes, que tienen una inserción laboral media de un 55%.

La demanda de las empresas se concentra especialmente en los perfiles más adecuados a la construcción de estructuras metálicas, así como los ajustadores mecánicos y operarios CNC, es decir, aquellos que manejan maquinaria controlada por ordenador o robots. Una formación que vuelve a convertirse en una salida profesional con buenas expectativas, a tenor del crecimiento del sector, que por fin ha dejado atrás la crisis.

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