Publicaciones correspondientes al día: 16 enero, 2020

El triste destino de las marcas con las que descubrimos la tele en color

Las grandes firmas europeas y japonesas como Thomson, Sharp, Telefunken, Grundig, Blaupunkt o Sanyo son ya solo nombres comerciales en manos de conglomerados chinos

RAMÓN MUÑOZ | ELPAIS


Anuncio de los televisores Thomson, con Andrés Pajares y Fernando Esteso, en 1984

Coincidiendo con la llegada del color a la televisión en España en los años setenta, cruzaron la frontera un alud de marcas de televisores. El advenimiento poco después de los reproductores de vídeo VHS (El Mundial de fútbol en España, en 1982, supuso el "boom" de ventas de los VHS y el denostado Betamax, ¡qué tiempos!) sirvió a estas firmas para que se afianzaran aún más en los hogares. Sus pantallas se contemplaban como un símbolo de progreso tecnológico sin parangón en aquel país aislado de cazadoras coreanas y pantalones de campana. Casi todas procedían de Alemania y de Japón. Contaban con fábricas propias y no daban abasto para atender una demanda cada vez más creciente y entusiasta. Poseer uno de sus aparatos era un símbolo de estatus en la España que estaba a punto de alumbrar la Transición. Thomson, Sharp, Telefunken, Grundig, Blaupunkt, JVC, Sanyo, Westinghouse, Philips, Toshiba…¿se acuerdan?

Hoy en día, y aunque parezca mentira, casi todas sobreviven, pero su presencia es residual. La mayoría solo conserva la marca registrada cuyo uso comercial ha sido adquirido por grandes conglomerados electrónicos chinos como TCL o Hisense o el turco Vestel. Detrás ya no hay ni factorías ni tecnología propia. Y ni siquiera se anuncian.

Actualmente, el mercado de los televisores está dominado por marcas asiáticas que o no existían o apenas se conocían cuando los gigantes europeos dominaban las ventas de la pequeña pantalla en los estertores del siglo XX. Las coreanas Samsung y LG y, a mucha distancia, la japonesa Sony, conforman hoy un triunvirato que domina el 40% de las ventas mundiales de televisores. Por detrás, están los gigantes chinos Hisense y TCL pero, como ocurre con los teléfonos móviles, su crecimiento en los últimos años es tan espectacular que nadie puede estar seguro de que pronto no destronarán a sus rivales coreanos.

Pero ¿qué fue de las marcas con las que descubrimos la televisión en color? Esta es su melancólica y sucinta historia:

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